lunes, 6 de abril de 2009



Repíteme esa historia de cadenas,
cuéntame otra vez
cómo en las yemas de tus dedos quema la soga que me guardas,
cómo vas a hacer,
para que duelan las ganas de tus besos,
y se queden heridas tus manos en mi espalda
abriéndome en la piel un sonrojo violento,
Cuéntame otra vez,
como atarás mis manos a tu cetro rey,
y amo servirás tus órdenes con hiel,
con la fruta roja y prohibida entre la carne,
con la dulce caricia en la mordaza.

Esclava ansiosa soy de tu lujuria.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Así

Anónimo dijo...

me enloquece leer tus poemas...guau!!!