viernes, 19 de junio de 2009

Autoretrato inspirado en el óleo




Nací para tu cuerpo,
hembra de metal fundida a tu contacto
nací para ser manos de ti,
de ti esqueleto y sangre,
talón para tus pasos,
pedazos en tu ser erguido.

Tráquea para tu aliento
nací profana por ganar el hambre de tu boca,
morir herida de tu cuerpo.

Recordaba tu delicia de palabras,
la tormenta oscura con que nublas mis oídos,
el grave desperezo del placer
que me regala cuentas insaciables...
Y he tenido que venir,
para decirte que me cuelo por tu boca a devorarte
y me bebo tu saliva redentora,
que me abrazo a tu lengua fugitiva, irreverente,
que recorro con los pies enamorados
esa cueva deliciosa que me baña con su sed cuando me toca,
que me lanzo a tu garganta, tobogán de fiebre,
con la ansiosa confusión de una fogata.

martes, 16 de junio de 2009


La conquistaron sus ojos, en los que habitaba un lobo negro, y perdió los papeles contra la sombra esteparia de sus pestañas. Se dejó seducir por su voz grave, de lengua espesa y colmillos hambrientos, por las cadenas que sus dedos imitaban, por la boca que empezó a devorarla desde la primera cita, por la sangre que pulsaba en su garganta cuando se enfadaba y rugía por encima de la mesa, apoyado sobre su cristal como una gárgola.

Aprendió con él a soportar el frío y el silencio, a enajenarse de su cuerpo esclavo cuando se entregaba, a obedecer con la boca cerrada cualquier capricho, a ponerse sola su pañuelo de seda negra y su collar de perra amaestrada, a comer en el suelo sus migajas, a mostrarse hermosa y deseable ante sus amigos, a dormir durante días en el rincón de la cocina. Aprendió a arrodillarse entre sus piernas y a recibir el semen de sus masturbaciones en la cara, a lamerlo y a tragarlo como única caricia.

Pronto supo que sus deseos se ignorarían siempre, que sus orgasmos serían controlados por un reloj arbitrario que acostumbraba a retrasar, que muchas veces sería llevada al último peldaño de la excitación para no alcanzarlo, que su cuerpo era un juguete interactivo, diseñado para el placer de su amo.

Y se dio cuenta de que era feliz sólo cuando él la ataba, sólo cuando la miraba; que era feliz esperándole durante horas detrás de la puerta y besando sus zapatos cuando al fin llegaba a casa. Y cuando él, aceptando la correa que sumisa le ofrecía, la llevaba a gatas hasta la cama, sabía que iba a ser feliz.

lunes, 15 de junio de 2009

Janusz Miller - ModelMayhem


Guardo en mi boca tu regalo,
tu conjunto de mitades, tus gargantas rojas.
Mi boca es el cáliz codicioso
donde impulsas tu deseo y lo condensas,
la húmeda adicción,
el pensamiento obsesionado y denso de tu pubis,
el tormento de tus ganas anegadas.
Tienes en mi boca tu guarida,
tus cosechas animales,
tus baños de saliva y caliente pensamiento.
Los besos de la fiebre entre mis labios
son caída a la tortura de mirarme y dominarme.
Te entregas al ruego de los dientes,
al dulce balanceo de los ojos entornados,
al jugo de los labios y la lengua.
La atraviesas
-brecha vehemente-
con la tensa rama de tu carne
y te entregas a la sombra de mi pelo
cuando el beso prohibido te derrota.

A la altura de tu sexo mi boca se vuelve clandestina.

lunes, 1 de junio de 2009



Ya no cuento las mareas,
las olas que golpean mis caderas
ni las hebras que me atan a tus huellas dactilares.
Ya no cuento las maneras ni las veces que me llevas hasta el mar
y me devuelves húmeda y sedienta,
ya no cuenta nada que te aleje de mi aliento,
ya no cuento el beso que me dejas inconcluso
ni el intruso pensamiento que te aleja y te adormece.
Sólo siento el ángulo que gime y que por dentro me devora,
esa brasa que atraviesa mis grietas de hembra en celo,
los nudillos con saliva que me aprieto entre los muslos.
Sólo importa en esta húmeda encelada
tu murmullo en mis oídos
y tus manos,
a la espuma de mi cuerpo convocadas.